Originario de Gales, de donde ha tomado el nombre, el Welsh terrier es un excelente perro de trabajo, particularmente adecuado para la caza en madriguera de los animales dañinos como el zorro y la comadreja. Está dotado de un valor suicida y gran resistencia a la fatiga por su carácter esencialmente duro. Sin embargo, sabe adaptarse perfectamente a la vida en familia con la que se encariña de manera extraordinaria, gustándole mucho jugar con los niños.